La terapia
Aquí os quiero contar un poco cómo va a ser la terapia, sobre todo por si es tu primera vez. Pero lo cierto es que cada persona es única y no hay dos procesos terapéuticos iguales. Para mí es fundamental adaptar el proceso y las metodologías a la persona y no al revés. Por eso, no puedo decir exactamente qué vamos a hacer en las sesiones, pero sí que hay cosas que me gusta tener en cuenta en todos los casos, así que te cuento:
Sea cual sea tu motivo de consulta, todo proceso de terapia comienza por conocerse a una misma. Aunque pensemos que nos conocemos bien, siempre quedan cosas por descubrir dentro de nosotras. Darnos cuenta de nuestros patrones, de nuestra manera de gestionar las emociones, de nuestras creencias o de nuestras vulnerabilidades puede ser doloroso, pero también tremendamente bonito. Además, no dudes de que también descubrirás fortalezas y recursos que ni tú misma sabías que tenías. Para mí, el autoconocimiento es uno de los pilares de la terapia.
La protagonista de tu proceso siempre serás tú y el ritmo lo marcarás tú. Hablaremos de lo que tú quieras, necesites y puedas. Sin duda, en terapia es necesario que todas nos enfrentemos a temas incómodos, pero no en cualquier momento. Si te propongo algo y sientes que no estás preparada o que puede ser muy doloroso y de momento no te apetece abrir ese melón, házmelo saber. Yo siempre respetaré tus límites.
Lo que sí que es mi papel es mirarte, escucharte y acompañarte sin juicio. Sé lo difícil que puede llegar a ser contar cosas que llevas guardando dentro de ti desde hace tiempo. Para ello, necesitamos crear juntas un espacio que sea seguro para ti, donde puedas ser, sentir y expresar lo que quieras y como quieras. Por mi parte, haré todo lo posible para que te sientas escuchada, respetada y arropada en todo momento.
Seguramente, en nuestras sesiones, te preguntaré más de una vez: ¿Y qué necesitas? Y es que, muchas veces, estamos muy desconectadas de nuestras necesidades reales y actuamos más según los "tengo que", los "debería", o lo que otras personas esperan de nosotras. Es muy importante prestar atención a nuestras propias necesidades, sensaciones y deseos, y ese momento en el que te permites hacer lo que realmente necesitas... ¡Ay, ese momento!
Estoy muy a favor de lo que yo llamo "terapia preventiva". Si te está llamando la atención la idea de ir a terapia, aunque pienses que "no te pasa nada grave", puede ser un buen momento para comenzarla igualmente. No hace falta esperar a que te encuentres en un momento "crítico". De hecho, cuando estás más o menos en calma, se hace más fácil tomar conciencia de ti misma, de ver qué cosas quieres trabajar y, cuando llegue ese momento complicado (porque tarde o temprano va a llegar), podrás afrontarlo desde otro lugar y con otros recursos. No esperes a estar "fatal" para mirarte y cuidarte, porque te lo mereces siempre.
La modalidad de terapia que ofrezco es online. Es cierto que se puden perder algunos aspectos positivos de la terapia presencial pero, en cambio, ofrece mucha flexibilidad. El formato online hace que personas que viven en el extranjero o en entornos rurales con menos servicios, así como personas que viajan mucho por diversos motivos, puedan tener la posibilidad de realizar terapia. Además, las personas que viven en localidades pequeñas no tienen que limitarse a las pocas opciones existentes en su lugar de residencia. Así me pasó a mí, que al poder abrir el abanico gracias a la terapia online, pude encontrar a una psicóloga con la que realmente tuve una conexión.
